SE RETIRA CORIA
Un final sin trucos
Cansado de sufrir en el circuito, Guillermo Coria anunció su retiro del tenis; ganó nueve títulos y pasó de N° 3 del mundo y finalista en Roland Garros a este adiós prematuro; "Había perdido las metas", dijo
Por Juan Manuel Trenado
De la Redacción de LA NACION
Una opinión recurrente, típicamente argentina, dice que al deportista en estas tierras siempre le falta algo para ser el mejor. Que la suerte, la mentalidad, un rival imposible o hasta intrigantes teorías conspirativas se interponen en el camino a la gloria de nuestros atletas. Seguramente, como muchas otras ideas que se instalan y tienden a perpetuarse, hay en tal razonamiento algo de exagerado.
Descabellada o no, esa definición parece hecha a la medida de Guillermo Coria, que pudo ser N° 1 del mundo. Dicho esto, claro, sin malicia; más bien con algo de nostalgia, ahora que él mismo dice que ya no quiere seguir jugando al tenis. Porque se sabe que hablar de retiro con estos personajes siempre puede ser apresurado. ¡Tiene apenas 27 años! En un tiempo más tal vez cambie de opinión. Ojalá.
Hoy dice: "Ya no tengo ganas de competir". Y duele, porque ya no se lo verá en una cancha, porque supo jugar maravillosamente. Pero, por otra parte, declara: "Estoy muy feliz con la decisión: tengo nuevos proyectos, más tiempo para la familia". Y eso ofrece algo más de tranquilidad.
En una entrevista en Radio Continental, el santafecino dijo: "En 2005 ya venía con pocas ganas; fueron tres años en los que las cosas no me salían como quería y no sentía con pasión lo que hacía. Así, es imposible hacer las cosas bien. Había perdido las metas. Estoy muy tranquilo; hice más de lo que podría haber logrado en el tenis".
Coria empezó a hacerse conocer en 1999, cuando en la final de Roland Garros juniors venció a David Nalbandian. Desde entonces, su carrera fue seguida con especial atención. Aun siendo un jugador que prefería ofrecerles la iniciativa del juego a sus rivales, su talento natural para leer y anticiparse a las jugadas y la exquisitez de sus tiros lo convirtieron en uno de los mejores del mundo. Así llegó a ser N° 3 en el ranking en 2004. Sólo Guillermo Vilas estuvo mejor (fue 2° en 1975, pero con un récord de N° 1) y Nalbandian lo alcanzó en 2006 (fue 3°).
Es curioso, porque una de las virtudes que más se destacaban de aquel Coria era su fuerte mentalidad para torcer en su favor los partidos reñidos al extremo. Disfrutaba ganar, hacía de todo para ganar. Tanto que sus mañas le fueron recriminadas por algunos adversarios.
Si tuviera que buscarse una razón para la prematura despedida, desde un puesto 672 en el ranking de la ATP que no tiene nada que ver con su genio, hay dos hechos decisivos, que confluyeron el 6 de junio de 2004, tras perder la final de Roland Garros con Gastón Gaudio. Esa dura derrota (0-6, 3-6, 6-4, 6-1, 8-6) es uno de los estigmas; el otro se reveló crudamente en la sala de conferencias del club parisino. Llorando y moqueando, se soltó como si estuviera en el sillón de un psicólogo: "Después de lo que me pasó con el doping soñé con este momento. Me quería sacar la bronca y no pude. Me puse nervioso. No veía la hora de ganar, de largar todo lo que tenía guardado. Quería darle una alegría a mi familia, desquitarme de aquellos que me gritaban falopero por unas vitaminas de mierda".
En diciembre de 2001, Coria había dado positivo en un control antidoping por ingerir una vitamina contaminada con nandrolona (el laboratorio terminó indemnizándolo más tarde). En Italia los diarios lo llamaban "Nandrolino", y cargó con eso por mucho tiempo.
Después de la histórica final todavía tuvo un año muy bueno. Llegó a varias finales y ganó un torneo en Umag (2005), pero no volvió a ser el mismo. Llegaron las dobles faltas, las derrotas. El circuito fue un recorrido sufrido. El año pasado, su papá, Oscar, lo anticipó: "Se tiene que retirar, no soporto verlo así". El 17 de marzo pasado perdió 6-3 y 6-2 con el israelí Harel Levy, en un challenger en Bangkok. "En Tailandia me di cuenta de que me costaba viajar, no era sólo lo del saque". Con Coria fue posible la idea de que no había trucos, de que algo mágico podía ocurrir. Habrá que acostumbrarse a que esto fue todo. El show terminó.
* El recuerdo de sus mejores partidos
"La final de Roma con Nadal y el partido de Roland Garros con Agassi fueron mis mejores partidos", dijo ayer Coria. El primero de ellos fue en 2005 y lo perdió 4-6, 6-3 3-6, 6-4 y 6-7 (6-8). El segundo, por los cuartos de final en 2003, lo ganó 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4.
El personaje
Guillermo Coria
* Lugar y fecha de nacimiento: Venado Tuerto, 13/1/1982 Altura: 1,75. Peso: 69.
* Mejor ranking: 3° (en 2004).
* Ranking actual: 672°.
* Récord en el circuito: 218 triunfos y 114 caídas.
* Ganancias: 5.915.620 dólares.
* Títulos (9): Viña del Mar (2001); Masters Series Hamburgo, Stuttgart, Kitzbühel, Sopot y Basilea (2003); Buenos Aires y Masters Series Monte Carlo (2004), y Umag (2005).
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1123031&pid=6334183&toi=6289http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1122959