Pocas veces una YONEX ha estado en tan bonitas manos.
Desde un punto de vista puramente estético, dios me libre de deseos libidinosos, es una verdadera gozada ver algo tan precioso moverse con esa agilidad, esa soltura, etc...
Esos pequeños placeres de la vida como la música que te hace vibrar, mis hijos dormidos, un Ferrari limpio, un pura sangre, las puestas de Sol de Ibiza, ......
Me embalo. La culpa es de esta puñetera oficina.
Como dice Ramón Trecet:
"BUSCAD LA BELLEZA, ES LA ÚNICA PROTESTA QUE MERECE LA PENA EN ESTE ASQUEROSO MUNDO"
Un abrazo a la buena gente del tenis.
Que la hay.